El submundo de las redes
Sabemos que internet ya es parte de nuestro mundo real, y su “virtualidad” va siendo cada vez más real. La mayoría de nosotros tiene un celular con internet, y desde allí un bombardeo constante de palabras y datos intenta captar nuestra atención y consumir nuestro tiempo, a veces con buenos motivos, la mayoría con intereses contrapuestos a nosotros. Los trolls, bots y fakes, son parte de estos últimos y acá te contamos quién es quién en esta lucha en el universo de las redes sociales.
Para empezar vayamos a las definiciones. La evolución de las redes sociales permite comunicarnos más allá de la comunicación de persona a persona.
En Twitter, el comportamiento es como en la calle, en la que desde el anonimato la gente puede decir lo que quiera sin que existan los filtros culturales que podemos tener en el mundo real. Algunos lo usan para molestar, insultar o desprestigiar: esos son los trolls. Son una minúscula parte de la gran masa de usuarios que navegan internet a diario, pero hacen mucho ruido. La gran diferencia que transforma a un usuario en un troll es el nivel de violencia y persistencia que utiliza para agredir, sea a otra persona, o idea, o producto. No hay en realidad un límite o “campo de cacería” para el troll, porque para él todo es pausible de ser atacado. El anonimato de las redes ayuda mucho a la proliferación de este arquetipo. Y la manera más sencilla de eliminarlo es quitando la atención de ellos: su alimento es la atención que le da el resto. Si nadie les responde, pierden su poder.
Con la masificación de las redes sociales como Facebook, aparecen las redes de bots. Son perfiles de usuarios generados por softwares que imitan el comportamiento humano, y se usan para manipular campañas en contra o a favor de diferentes ideas, partidos políticos, personas y productos; también para generar likes y manipular los rankings de ciertos perfiles o páginas, o impulsar ciertos hashtag engañosamente. El mundo en el que vivimos está construido a partir de las palabras, y quien controla las palabras tiene un poder que va más allá de lo calculable.
También están los usuarios zombies, que son cuentas que no tienen actividad y otras que son hiperactivas, y los fakes, perfiles utilizados generalmente para falsificar a grandes estrellas del espectáculo o el deporte para luego utilizar los contactos acumulados en estos perfiles para realizar spam, infectar nuestro punto de acceso con malware o robar nuestros passwords (y aquí puede ir un link a la nota que hicimos sobre cómo tener un buen password).